Abordamos él último capítulo de las puertas de Badajoz. En esta ocasión repasamos los distintos autores locales que de una forma u otra se han ocupado de las puertas de la traición. Sus aportaciones ya han sido reseñadas en los capítulos correspondientes y ahora la relación, ordenada cronológicamente, de sus aportaciones nos pone ante el origen y evolución de algunas teorías sobre las puertas de la Traición.
Tras la presentación virtual del conjunto de la obra paso a su “replanteo” para en próximas fechas ultimar la versión definitiva en la que se incluirán nuevos datos, rectificaciones, precisiones, etc.
1. Rodrigo Dosma Delgado.
Este autor no menciona el episodio de Alfonso Enríquez y vincula la Puerta de la Traición con la toma de Badajoz por el rey Juan I pues apunta
“…quebrando la tregua (el rey Juan I) asentada con don Enrique III, hubo á hurto esta ciudad por la puerta de la Traición que esta cerrada, cerca de la Nueva de la puente, y prendió al mariscal de Castilla García Gonzalez de Herrera, y por ello puso á riesgo de perderse el reino, aunque se sustentaba lo principal que era el castillo; pero al cabo de tres años, hecha restitución, año del Señor 1403, se tornó a poner la tregua…” (1)
2. Fray Francisco de Coria (1608).
Expone una magnífica descripción del suceso de Alfonso Enríquez pero no aportada datos que permitan situar la puerta.
3. Gil González Dávila (1618).
Relata con bastante detalle la toma de Badajoz por Alfonso Enríquez
“…el Rey Don Fernando el Segundo, que sucediò à su padre en el Reyno de Leon, prendió en Vadajoz à Don Alonso Henriquez, Rey de Portugal, que acometia (faltando à la ley de feudatario) las tierras del Rey Fernando, viase rico de poder, y gente: llegó con los pensamientos, y con las obras tambien à querer ser igual del que antes obedecia: diòle el Rey la batalla, y venciòle en Vadajoz, quedando el de Portugal cautivo del Rey Fernando. De esta batalla, y vitoria he leìdo en un privilegio que tiene la Santa Iglesia de Astorga en sus Archivos, que dice en la fecha: Facta Charta eo anno, quo Dominus famosisimus Rex Ferdinandus victoriosisimè cepit Regem Portugalesem en Vadalocio. Era 1207. Las historias dicen que indignado Don Alonso de que el Rey de Leon poblaba à Ciudad-Rodrigo, acometió à Vadajoz: prendiòle, y tratòle no como à prisionero, sino como à Rey, y deudo…” (2)
En el caso del ataque del rey Joao I se limita a repetir las palabras de Rodrigo Dosma
“…Don Juan, Maestre de Avis, que se alzó con el Reyno de Portugal, rompiendo la tregua que tenia hecha con el Rey de Castilla Don Enrique, tomó por mal trato la Ciudad, entrando por la puerta que llaman de la trayción, prendiò al mariscal de Castilla Garci-Gonzalez de Herrera…” (3)
4. Juan Solano de Figueroa (1664)
Es el autor que nos proporciona los detalles más útiles para situar la puerta de Alfonso Enríquez
“…La puerta por donde intentó salir el Rey de Portugal, en cuio cerrojo se quebró la pierma está çerrada y estaba en quel lienço de muralla que cae sobre el Rio á las espaldas de la huerta que llaman del obispo, y era la puerta principal, porque estaban alli las barcas para el pasaje de guadiana: y en aquellos tienpos, y mucho después no vuo Puente. Pero cuando se fabricó por darla mas hermosura la dieron nueua puerta: çerrando la que antes tenia y con auerse çerrado está abierta para dar noticia de este suçesso…” (4)
Por desgracia es más impreciso cuando relata la traición que permitió a Juan I tomar la ciudad
“…por vna puerta, que llamaron de la traicion, el nombre mismo está diçiendo lo que fue y pasó, pues á no auerla franqueado traidores de su Rey y de su Patria quiça no vuiera el enemigo logrado esta fortuna...” (5)
En la segunda parte de su obra apunta que en marzo de 1668 se encontró una inscripción en una puerta de la ciudad que llaman de la Coraja. En nuestra opinión está cita nos indica que Solano de Figueroa no identifica la Puerta de la Traición con la Puerta de la Coracha.
5. Diego Suárez de Figueroa (1727)
Recoge los episodios de Alfonso Enríquez y Joao I aunque los toma del Padre Mariana y Rodrigo Dosma respectivamente (6). La acción de Alfonso Enríquez está narrada con precisión pero no llega a situar la puerta.
6. Ascencio de Morales (1754)
Este autor escribió su obra en el siglo XVIII pero fue publicada a principios del siglo XX (1908) y se acompañó entonces de notas y comentarios que completaban y aclaraban ciertos aspectos del texto original de Ascencio de Morales. La Comisión de Monumentos, editora de la obra, advirtió de este hecho pero algunos historiadores han tomado las notas como propias de Ascencio de Morales. Por ello es muy interesante diferenciar lo que aparece en el manuscrito de Ascensio de Morales y las notas, con su información adicional, que no aparecían en dicho manuscrito. Así, cuando Ascencio de Morales se ocupó del episodio de Alfonso Enríquez se limitó a “calcar” la versión de Solano de Figueroa en la que no se menciona la Puerta de la Traición (7).
En el caso de Juan I señala que el portugués se apoderó de la ciudad con la colaboración de algunos vecinos traidores. Precisamente a este capítulo se le añadió una nota en la que se “aclaraba” que la Puerta de la Traición se encontraba
“…cerrada en el Castillo detrás de las Hermitas de Consolación y Rosario, la que presenta salida al río con pretil á su orilla; y por allí se puede ir sin riesgo á las puertas de Mérida y Trinidad alrededor del muro…” (8)
Esta nota ha dado pie a muchos equívocos ya que se ha tomado como original de Ascencio de Morales.
7. Continuador de la Historia de Juan Solano (segunda mitad del siglo XVIII).
Esta obra, de autor anónimo, resulta fundamental para conocer ciertos detalles de la traición de los sargentos (1652) y sobre todo para localizar su correspondiente puerta (9).
8. Anónimo (hacia 1785)
En una historia anónima de Badajoz, que debemos fechar a finales del siglo XVIII, se repiten los textos de Rodrigo Dosma, Gil González Dávila, Juan Solano de Figueroa, el padre Mariana, etc. (10). Así, en el episodio de Alfonso Enríquez asegura que el rey portugués atacó Badajoz
“…con un numeroso exercito; Noticioso D. Fernando, del aprieto en que estaba Badajoz pasó â su defensa, y logró en esta Batalla hacer prisionero al Rey de Portugal, lo que se halla autentificado en un privilegio que concedio en Astorga, que dice en su fecha -facta carta eo anno, quos D. famosissimus rex Ferdinandus victoriosissime fecit Regen Portugalesen in se redactum im Badaloicio hera 1207- Las historias quentan que indignado D. Alonso de que el Rey de Leon poblaba â Ciudad- Rodrigo acometiçó â Badajoz, en cuia acción tubo el desastrado paso de ser prisionero…” (11)
Posteriormente añade
“…El Maestre de Avís, se alzó con el Reyno de Portugal, romperon la tregua, que tenia echa con el Reino de Castilla D. Enrrique, tomó por mal trato la ciudad, y entrando por la puerta que llaman de la traicion, prendió â D. Garcia Gonzalez de Herrera Mariscal de Castilla…” (12)
En otro pasaje de esta obra se incluye un listado con las puertas de Badajoz
“…Sus puertas en especial la de la Trinidad es de las mas fuertes, mas hermosas, y mas grandes que tiene la ciudad: la de los Carros, la de la Traición, tapada, la del Pajarito, la de los Pelambres, de las Palmas, San Vicente, Piladar, y de Merida, tapada, no tienen arquitectura memorable…” (13)
En este caso consideramos que la Puerta de la Traición que se menciona se corresponde con la Puerta del Alpéndiz.
9. Nicolás Díaz y Pérez (1887)
Es el primer autor que vincula la Puerta de la Coracha con la Puerta de la Traición y con Alfonso Enríquez (14). Nicolás Díaz apoya su tesis en un plato “encontrado” cerca de la Puerta de la Coracha en el que aparece cincelada la inscripción R.A.º H. ANO MCXLVII que el mismo traduce como Rege Alphonso Enríquez an(n)o 1147 (15). No obstante, Matías R. Martínez nos aclara que la pieza en cuestión fue adquirida por la Comisión de Monumentos que la compró a unos anticuarios ambulantes que posiblemente la habían conseguido en Llerena o Zafra pues de allí procedían otras antigüedades que vendieron a dicha Comisión (16).
10. Alberto J. de Thous Moncho (1901)
Nos ofrece una de las versiones más “originales” del episodio de Alfonso Enríquez. Este autor hilvana su historia basándose en los relatos de Nicolás Díaz y Pérez, Modesto Lafuente Ferrari y Manuel Henao Muñoz. Como elementos “originales” merecen destacarse dos:
-Fernando II sitió la fortaleza conocida hoy por torre de Espantaperros (sic)(17).
-Sobre la fractura de la pierna señala que Alfonso Enríquez en su huida acabó
“…precipitándose desde uno de los ángulos de la muralla y al chocar contra una roca rompiéndose la tibia derecha cayendo por consiguiente en poder del rey de León que al decir de todos los historiadores lo trató con mucho cariño…” (18)
De las puertas no habla nada.
11. Matías R. Martínez Martínez (1904)
Apunta, refiriéndose a Alfonso Enríquez, lo siguiente
“…La tradición popular ha conservado en Badajoz recuerdo del descalabro que dentro de sus muros sufrió Don Alfonso Enríquez, pués á la puerta donde se rompió la pierna se la ha llamado á través de los siglos Puerta de la Traición. Es la que se encuentra cerrada hace mucho tiempo hácia la parte norte de la muralla, en frente de la desembocadura del riachuelo Rivillas o Riverillas en el Guadiana…” (19)
Es decir, sitúa el episodio de Alfonso Enríquez en la Puerta de la Coracha.
12. José Ramón Mélida (1907-1910)
En el Catálogo Monumental de la Provincia de Badajoz (1907-1910) no estudió la Puerta de la Coracha. Por el contrario, se hace eco de la traición que permitió a Juan I tomar Badajoz aunque no vincula el hecho con ninguna puerta y se limita a dar por buenas las palabras de Solano(20).
13. Tirso Lozano Rubio (1930)
Tras describir con detalle el episodio de Alfonso Enríquez, concluye
“…Al lado norte (de la Alcazaba) estaba la puerta llamada de la Traición, por haber sido traidoramente franqueada al rey portugués Alfonso Enríquez, que al salir por ella precipitadamente por haber sido cogido entre dos fuegos y chocar contra e cerrojo, se fracturó la pierna y cayó herido y hecho prisionero por el leonés Fernando II el año 1169; y una segunda vez se franqueó al rey don Juan de Portugal año 1389, al romper las treguas acordadas después de la famosa batalla de Aljubarrota, donde quedó vencido Juan I de Castilla. Estaba frente a la desembocadura del riachuelo Rivillas o Riverillas, a las espaldas de la huerta del Obispo en el siglo XVII, según Solano, y a la izquierda el llamado huerto del Manco, hacía la mitad del siglo XIX (…)
Más allá, en el lienzo de muralla S.O. se halla otra puerta tapiada, que debe ser la llamada puerta de la coraxa porque alli terminaba la calle de la Coraja…” (21)
Es decir, Tirso Lozano vincula la Puerta de la Traición con los episodios de Alfonso Enríquez y Joao I. Respecto a su localización reúne en un único emplazamiento las localizaciones que distintos autores dan para la puerta, es decir, frente a la desembocadura del Rivillas (Romance) y a la espalda de la Huerta del Obispo (Solano de Figueroa). Aunque sus palabras no resulta nada claras parece deducirse que sitúa la puerta a la izquierda de la Huerta del Manco. No obstante en otra ocasión señala que las ermitas de la Consolación y el Rosario estaban junto a la Puerta de la Traición.
14. Adelardo Covarsí (1932)
Expone en un primer momento la tesis tradicional y sitúa la Puerta de la Traición en el frente norte de la Alcazaba. Después se replantea la cuestión y señala que la Puerta de la Traición no debemos ubicarla en la Alcazaba. Asimismo, resulta curioso comprobar como en esos años se ignoraba la situación de la Puerta de la Coracha o más correctamente se desconocía que la puerta tapiada del frente nombre de la Alcazaba era la Puerta de la Coracha que parecía en las fuentes. En este sentido es sumamente esclarecedor un párrafo en el que señala
“…Como en la muralla de la alcazaba, en el sector Noroeste, no existe el menor vestigio de cualquier puerta que pudiera corresponder a la de la Coraja, sospecho que tal vez fuese así conocida la que se llamo de carros, es decir, que de ambos nombres participase la misma puerta en distintas épocas…” (22)
15. Leopoldo Torres Balbás (1938)
Elaboró el primer estudio verdaderamente científico sobre la Alcazaba. Como los autores anteriores recogió la tradición que relacionaba al rey Alfonso Enríquez con la puerta que se abría en el frente norte de la Alcazaba. No obstante, descubrió que la puerta que se venía conociendo como Puerta de la Traición era en realidad la vieja puerta de la Coraja o Coracha. Este autor sitúa la puerta de Alfonso Enríquez en la cerca urbana y se mostró partidario de relacionar la Puerta de la Traición, que mencionan Rodrigo Dosma y Solano de Figueroa, con la toma de Badajoz por las tropas del rey Juan I en 1396 (23).
16. Fernando Castón (1945)
Fernando Castón, al igual que Leopoldo Torres, considera que la Puerta de la Traición recibió este nombre a raíz del episodio de Juan I aunque identificó la Puerta de la Traición con la Puerta de la Coracha.
En lo que se refiere a Alfonso Enríquez asegura que debió fracturarse la pierna en una de las puertas de la cerca urbana. Así, con timidez y a media voz apunta que este hecho pudo suceder en la Puerta de Pajaritos (24).
17. Arcadio Guerra Guerra (1963)
Relacionó la Puerta de la Traición con el rey Juan I y propone situarla en las traseras del palacio de los Calderón donde después se construyó la Puerta Nueva del Río (25). Por otro lado, Arcadio Guerra mantenía que la Puerta del Alpéndiz fue la única puerta de la Alcazaba que en algún momento fue conocida como puerta de la Traición (26).
18. Matías Lozano Tejeda (1983)
Sigue la tradición que sitúa la Puerta de la Traición en la Alcazaba (Puerta de la Coracha) y haciéndose eco de un texto escrito en 1187 (del que no aporta datos) señala que Alfonso Enríquez hubiese logrado escapar si su caballo no hubiera tropezado contra el cerrojo de la puerta que habia al norte del Castillo por donde intentara escapar (27).
19. Pedro Rubio Merino (1986)
Este autor nos ofrece unas breves palabras sobre la puerta aunque al mismo tiempo resultan de las más coherentes y sensatas. En efecto, Pedro Rubio vincula la Puerta de la Traición con Juan I y además resalta la existencia de puertas de la traición en la mayor parte de las fortificaciones (28).
20. Manuel Terrón Albarrán (1991).
Es el historiador que ha tratado con mayor rigor documental el asalto de Alfonso Enríquez. Este autor sitúa la fractura de la pierna en una puerta que se abriría junto a la torre que remataba el muro del Alpéndiz (29). En cualquier caso, niega que en la conquista de Alfonso Enríquez mediara una traición y relaciona la Puerta de la Traición con el episodio de Juan I (30).
Como es lógico, las teorías y versiones que hemos visto aparecen recogidas con mayor o menor extensión en otras obras más recientes (31).
NOTAS
1.DOSMA DELGADO, R.: Discursos pátrios de la real ciudad de Badajoz, Biblioteca Histórica-Extremeña, Imp. de la viuda de Arteaga y Compañía, Badajoz, 1870, pág. 153.
2.GONZÁLEZ DÁVILA, G.: Theatro eclesiástico de la ciudad y Santa Iglesia de Vadajoz, Salamanca, 1618, pág. 20.
3.GONZÁLEZ DÁVILA, G.: Theatro eclesiástico de la ciudad y Santa Iglesia de Vadajoz, op. cit., pág. 36-37.
4.SOLANO DE FIGUEROA, J.: Historia eclesiástica de la ciudad y obispado de Badajoz, op. cit., 1º-II, Imprenta del Hospicio Provincial, Badajoz, 1929, pág. 32.
5.SOLANO DE FIGUEROA, J.: Historia eclesiástica de la ciudad y obispado de Badajoz, op. cit., 1º-IV, pág. 123.
6.SUÁREZ DE FIGUEROA, D.: Historia de la ciudad de Badajoz, Diputación Provincial, Badajoz, 1976, pág. 127. Señala que el episodio de Alfonso Enríquez sucedió en 1180 y toma como referencia la Historia del Padre Mariana. Para el suceso de Joao I se basa en Rodrigo Dosma (SUÁREZ DE FIGUEROA, D.: Historia de la ciudad de Badajoz, op. cit., pág. 131 y ss.).
7.MORALES, A.: Crisi histórica de la ciudad de Badajoz, Biblioteca del Archivo Extremeño, Tipografía y Librería de Antonio Arqueros, Badajoz, 1908, pp. 116-117.
8.MORALES, A.: Crisi histórica de la ciudad de Badajoz, op. cit., pp. 205-206 (not. 2).
9.”Historia de Badajoz. Continuación de la que escribió D. Juan Solano de Figueroa”, Revista de Estudios Extremeños, Badajoz, pp. 358-559.
10.B.N., Madrid, Ms. 18.260, ff. 76v, 77, 91v y 92.
11.B.N., Madrid, Ms. 18.260, op. cit.
12.B.N., Madrid, Ms. 18.260, op. cit.
13.B.N., Madrid, Ms. 18.260, op. cit., pp. 119y 120.
14.DÍAZ Y PÉREZ, N.: España. Sus monumentos y artes. Su naturaleza é historia. Extremadura, Editorial Daniel Cortezo, Barcelona, 1887, pp. 94-96.
15.DÍAZ Y PÉREZ, N.: España. Sus monumentos y artes. Su naturaleza é historia. Extremadura, op. cit., pp. 93-96 (not.7).
16.Esta información la recibió Matías R. Martínez de Don Tomás Romero de Castilla que era el máximo responsable de la Comisión de Monumentos. MARTÍNEZ MARTÍNEZ, M. R.: Historia del Reino de Badajoz durante la dominación musulmana, Badajoz, 1904, pp. 237-238 (not.1).
17.DE THOUS MONCHO, A, J.: Badajoz á través de la historia patria: Breve noticia histórica de esta capital y su provincia, La Minerva Extremeña, Badajoz, 1901, pág. 123.
18.DE THOUS MONCHO, A, J.: Badajoz á través de la historia patria: Breve noticia histórica de esta capital y su provincia, op. cit., pág. 124.
19.MARTÍNEZ MARTÍNEZ, M.R.: Historia del Reino de Badajoz durante la dominación musulmana, Badajoz, 1904, pp. 237-238.
20.MÉLIDA, J.R.: Catálogo monumental de España. Provincia de Badajoz, Ministerio de Instrucción Pública, Vol. II, pp. 91y 92.
21.LOZANO RUBIO, T.: Historia de Badajoz. Apéndices a la historia del Dr. Mateos, vol. II, Badajoz, 1930, pp. 271-272.
22.COVARSÍ, E.: “Extremadura Artística. Los monumentos histórico-artísticos de la provincia de Badajoz”, Revista de Estudios Extremeños, VI-1, Badajoz, 1932, pág. 24. También se pueden consultar las páginas 21 y 22 (not. 1).
23.TORRES BALBÁS, L.: Paseos Arqueológicos por la España musulmana. La alcazaba de Badajoz”, Revista de Estudios Extremeños, XII-3, Badajoz, 1938, pp. 243, 244, 245 (not. 1) y 146; “la alcazaba de almohade de Badajoz”, Al-Andalus, 6, 1941, pp. 189-190 (not. 1).
24.CASTÓN DURÁN, F.: Rincones de la historia extremeña, Publicaciones del Monte de Piedad y Caja General de Ahorros, Badajoz, Tipografía Viuda de A. Arqueros, Badajoz, 1945, pág. 78.
25.GUERRA GUERRA, A.: “Callejero de la ciudad. Avenida de Joaquín Costa”, B.I.M., 30 (enero–marzo), Excmo. Ayuntamiento de Badajoz, 1963, pág. 53. Esta interesantísima propuesta ha tenido poco éxito en la historiografía local afortunadamente algunos se han mostrado firmes defensores de ella (TEIJEIRO FUENTES, J.: “Badajoz Plaza fuerte”, Frontera, 39, Caja de Ahorros, Badajoz, 199, pág. 22).
26.GUERRA GUERRA, A.: “El Castillo Alcazaba de Badajoz en el siglo XVII” B.I.M., 102 (enero), Excmo. Ayuntamiento de Badajoz, 1986, pág. 31.
27.LOZANO TEJADA, M.: Badajoz y sus murallas, Grafisur, Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura, los Santos de Maimona, 1983, pág. 44.
28.RUBIO MERINO, P.: “Badajoz: Edad Media cristiana (1248-1516)”, Historia de la Baja Extremadura, Vol. I, Real Academia de Extremadura de las Letras y las Arte, Badajoz, 1986, pp. 657 y 676.
29.En algún momento llega a sugerir que el episodio de Alfonso Enríquez pudo ocurrir en la Puerta de Yelves aunque finalmente se decanta por la puerta situada en los muros del arrabal
TERRÓN ALBARRÁN, M.: Extremadura musulmana. Badajoz (713-1248), Tecnigraf, Badajoz, 1991, pp. 174 (pie de foto), 177, 363 (not. 2885); “El arrabal Oriental de Badajoz”, Alminar, 7, Badajoz, septiembre de 1979, pág. 25.
30.TERRÓN ALBARRÁN, M.: Extremadura musulmana. Badajoz (713-1248), op. cit., pág. 178; “El arrabal Oriental de Badajoz”, op. cit., pág. 25.
31.GONZÁLEZ RODRÍGUEZ. A. Historia de Badajoz, Universitas Editorial, Badajoz, 1999, pp. 93, 95, 105, 106, 179, 211 y 212; PILO ORTÍZ, F.: Un paseo por la alcazaba árabe de Badajoz, Aprosuba-3, Badajoz, 2003, pág. 52.